Tuvimos la suerte de asistir en Córdoba a una Noche de Escuela de camino al XIV Congreso de la AMP, en la que Sergio Laia (EBP, AMP - AME) —acompañado en la mesa por Jorge Agüero (EOL, AMP - AME) y Estela Carrera (EOL, AMP)— brindó una conferencia titulada "Por qué las psicosis… Aún". De esta podemos servirnos para orientarnos y para seguir pensando tanto las actualidades en que intervenimos como las actualizaciones —siempre posibles— de las lecturas que hacemos, incluso de la obra de Freud y de Lacan. Se partió del núcleo que hace al título, la vigencia de una especificidad estructural de las psicosis que la tesis de la locura generalizada no descarta, así como tampoco lo hace el instrumento de gran orientación clínica que nos ha brindado Jacques- Alain Miller, el de las psicosis ordinarias y sus matices.

Vale destacar un problema de época transmitido tanto en la Conferencia como en las preguntas y comentarios posteriores, sobre cómo por la vía de la profusión diagnóstica - con los manuales estadísticos y sus aplicaciones- se prosigue una clasificación infinitizada de desórdenes y/o trastornos haciendo que se diluyan especificidades correspondientes a funcionamientos estructurales que, según cómo son abordados pueden traer más obstáculos que soluciones.

Por otra parte, importa recuperar la interpretación de Laia respecto a cómo están impregnadas las diferentes prácticas, objetos, teorías y por ende, las comunidades de goce y las diversas satisfacciones de los cuerpos hablantes de acuerdo a lo que impera como amo en cada época. Con esto se transmite que - más allá de la promoción del consumo, la literalización del lenguaje, la banalización de lo normal, la promesa de transparencia, la promoción de la autorreferencia y el imperativo a gozar que comanda estos tiempos- puede existir como reverso de ello el encuentro de los seres hablantes con el discurso psicoanalítico como alternativa de lazo posible que cuenta con un amor distinto, el de la transferencia, que permite abordar lo que se presenta como malestar y como locura en las culturas, ya sea en los términos grandilocuentes de lo extraordinario o en las sutilezas de lo ordinario.

Leemos y hablamos transestructuralmente. Malestares inevitables y tratamientos posibles que incluyen el sufrimiento, lo insoportable, lo inmanejable en la vida cotidiana de los seres/cuerpos hablantes pero también, la diferencia absoluta que puede servir allí como punto cardinal vivo y ayuda contra la locura generalizada, las locuras singularísimas que se habitan para mal. Porque las neurosis aún, porque las perversiones aún, porque las fobias aún, porque las psicosis… aún dependen de cómo se las trate.