El pasado 26 de octubre realizamos la 2da Noche de la Red de la EOL. El trabajo sobre la práctica analítica nos reunió bajo el sintagma "Cuerpos y escritura" orientados, tal como lo recorta Marcela Molinari, coordinadora de la noche, por una lectura que nos propone Jacques-Alain Miller en "La utilidad directa".[1]
"Cada sesión de análisis, con la contingencia, azar y miseria que conlleva, afirma que lo vivo merece ser dicho (…) una sesión de análisis constituye un esfuerzo de poesía, una franja de poesía que el sujeto se reserva en una existencia, la suya (…) poesía quiere decir poder decir lo que le es propio al sujeto y que alcanza a uno solo".
Silvina Bragagnolo y Adriana Dirzieh presentaron dos casos clínicos en los que pudimos verificar los modos en que el analista entra en la vida del que viene a su encuentro y sus efectos.
Diana Wolodarsky conversa particularmente con el caso de Silvina B. "Luz: Entre Dolores y Angustias", tomando el trauma como faro ordenador para su lectura en la pregunta ¿qué hay del trauma en el fantasma? Y nos permite seguir la apuesta del analista recortando el detalle que "anima el deseo del analista" y que opera contrarrestando "el demasiado" del goce mortífero. La interpretación analítica apunta a develar "la potencia del fantasma" en lo que hace destino, allí donde tapona "el agujero de lo que realmente no quiere saber: que no hay relación sexual". Se abre una escritura en la que un decir resuena entrelíneas más allá del sentido.
Lisa Erbin lee el trabajo que nos presentó Adriana "La descontrolada" ubicando allí "la construcción de la posición analizante" como operación del analista que verifica la eficacia de la puesta en función del deseo del analista, "hacer aparecer el inconsciente, lo reprimido, del ser al inconsciente".
Un cambio de posición en juego, no sin la consonancia del cuerpo y el decir que, habilitado por la presencialidad, entrama la escritura como recurso cobrando otro valor en transferencia, el cuerpo y la escritura enlazan lo descontrolado al análisis y en el Otro posibilitando un lugar diferente.
Se trata de un entramado que Lisa Erbin pone de relieve en su actualidad en la Red como dispositivo de Escuela, los analistas practicantes que sostienen la Red enlazando "clínica y Escuela. Cuerpos y escritura aquí, en la Escuela, en presencia."
Silvia Ons introduce en cada caso presentado aquello que enseñacomo perspectiva para orientar la conversación. Uno y otro, cada uno a su manera, verifican algo de la época, no se presentan por la vía del síntoma. Presentaciones que obligan a poner en conversación los modos que el psicoanálisis encuentra para introducir el efecto de vivificación que en cada caso se aisló para modalizar el descontrolado, el demasiado del goce mortífero.
Preguntas, intervenciones e intercambios con el público hicieron de este encuentro una verdadera conversación, la que bordea lo que no sabemos, pero más aún lo imposible de saber y que está en la causa de nuestra conversación con otros en la Red de la EOL.
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