Bajo el título "Cómo abrirse paso entre locura y debilidad mental" y centrándose en la figura y la obra del escritor norteamericano Phillip K Dick, el miércoles 2 de agosto, frente a una sala colmada, tuvo lugar en nuestra Sección EOL La Plata, la segunda Noche de Biblioteca que contó con las intervenciones de tres valiosos invitados: los psicoanalistas Fabián Schetjman y Germán Schwindt y el narrador y novelista Ricardo Bizzarra.

Silvina Molina abrió la mesa acercándonos algunos párrafos de un cortometraje de Jean Luc Godard del año 1982 en el que cineasta explica su interés científico de encontrar los principios de la ficción y su relación con lo real. Asimismo evocó la cita de Jacques Lacan "entre locura y debilidad mental no tenemos sino la elección" [1].

El primero de nuestros invitados en tomar la palabra fue Ricardo Bizzarra, autor de numerosas obras entre las que se encuentra la novela ¿Dónde está ahora señor Dick? [2] Luego de narrar con gracia y agudeza los avatares personales de su encuentro contingente con la obra de Dick, supo remarcar que la pregunta que subyace a toda la obra del escritor norteamericano podría enunciarse como ¿qué es real y qué es ficción? Bizarra nos adentró también en algunos pasajes biográficos del autor que podemos encontrar de forma encriptada en ciertos fragmentos de su prolífera obra, como son la muerte de su hermana melliza a una temprana edad, la experiencia de distintas alucinaciones y delirios y no pocas internaciones en distintas clínicas psiquiátricas y de desintoxicación. Por último, nuestro invitado nos presentó el argumento de su propia novela sobre Dick en la que ensaya de manera también ficcional lo que podría haber ocurrido con el escritor de ciencia ficción durante un período de quince días en el que no fue posible rastrear su paradero. Así despertó nuestro interés por la lectura.

Acto seguido tomó la palabra Germán Schwindt, quien tituló su presentación "Anotaciones a propósito de Phillip Dik". Luego de reconocer la importancia de que las Noches de Biblioteca propicien la lectura de autores no muy frecuentados, Schwindt desglosó una serie de puntuaciones en las que situó la pregunta por lo singular y lo real, el uso del lenguaje y la creación de la voz y el estilo. Para esto se sirvió tanto del texto "La Negación" de Freud (1925) del que extrajo la frase "el lenguaje de las mociones pulsionales" como de la conferencia que dictara Phillip Dick en Metz, Francia, en la Conversación de Ciencia-Ficción de 1978, en la que remarca la mención a Robert Wiener, padre de la cibernética, para situar como límite de los distintos modelos del lenguaje artificial, la modelización de los anhelos, emparejándolos así a lo que Dick denominaba empatía. Finalmente, y frente al interrogante ¿cómo decir lo real?, nuestro invitado señaló la importancia de someter el texto a la puntuación y los tiempos del silencio para poder dar con un decir singular.

Fabián Schetjman, autor entre otros libros de Phillip Dick con Jacques Lacan- La clínica psicoanalítica como ciencia ficción[3] partió de lo que llamó la elección de Phillip Dick situando 3 tres puntos diferenciados por la ambigüedad del genitivo.

1) Afirmación (genitivo objetivo): la elección de Dick es la elección de Fabián Schetjman.

2) Negación (genitivo subjetivo): Dick es sujeto de la elección, Dick se abre paso, entre locura y debilidad, eligiendo la escritura.

3) Negación de la negación (genitivo objetivo final): la escritura lo elige a él, convirtiéndolo así en un escriba, feminizándolo, donde los restos de lo que no se absorbe se le imponen, tal como sucede con el significante Valis, restos que lo obligan a seguir escribiendo.

Schetjman reconoció en Phillip Dick y en Ursula K. Le Guin a dos queridos amigos, la amistad como sim-patía implica compartir un pathos, una sensibilidad, un aire que se respira conjuntamente, que en el caso de Le Guin sería su gusto por la diferencia, mientras que a Dick lo bautizó como guardián de lo real.

La noche continuó entre preguntas y comentarios para cerrar finalmente con un caluroso aplauso en el que se verificó la resonancia vivificante de esta actividad que nos permitió sumergirnos en el universo dickeano, entre locura y debilidad, entre ciencia ficción y psicoanálisis. Al fin de cuentas… una buena elección.